En la vida hay momentos sin explicación. Si perdiste a tu bebé, queremos acompañarte con palabras de amor y consuelo. No es fácil aceptar que ese pequeño al que esperabas ya no estará en tus brazos. Ahora, su presencia vive en tu memoria y en ese amor que nunca dejará de acompañarte.
Tu bebé se fue, pero tu amor permanece
Aunque estuvo poco tiempo contigo, el amor que sentiste sigue y te da fuerza. Llora, descansa y suelta las culpas. No busques respuestas imposibles, simplemente confía en tu corazón. Tu bebé siempre será parte de ti, en cada paso que des.
Agradece desde el amor
Si algo duele, es porque amaste de verdad. Agradece haber tenido esa capacidad de amar, aunque fuera por poco tiempo. Su recuerdo puede ser luz y guía, una forma distinta de acompañarte en la vida.
Sana a tu ritmo
Permítete sentir. No hay prisa para estar bien, pero poco a poco, reconcíliate con la vida. Disfruta de los pequeños momentos que aún pueden darte alegría, y ábrete a nuevas formas de amar y recordar.
No busques porqués, abraza los paraqués
Deja de lado las preguntas que no llevan a ningún lugar. Pregúntate para qué llegó esta experiencia a tu vida. Tal vez para descubrir una fuerza nueva, o para valorar aún más lo que tienes. La paz es más importante que encontrar razones.
La paz, antes que la felicidad
No te presiones para ser feliz. Busca tu paz interior, la felicidad vendrá con el tiempo. Confía en tu resiliencia. Si tienes hijos o personas que amas, ellos también te sostendrán. Y tu bebé, desde el amor, será tu motor para seguir.
Confía en tu proceso
Este dolor no te define. Te transformará en alguien más fuerte, capaz de amar y de acompañar con empatía a otras personas. Eres madre, siempre lo serás, y aunque esta prueba es dura, no estás sola. Tu corazón sabrá encontrar el camino.