Por: Karen Zúñiga
Una de las condiciones más comunes en los recién nacidos que suele inquietar a los padres es la costra láctea. Esta aparece en el cuero cabelludo del bebé durante las primeras semanas y puede persistir hasta el primer año. Su aspecto rojizo, escamoso o reseco puede parecer alarmante, pero en realidad no representa una amenaza para la salud del bebé.
¿Qué es la costra láctea?
La costra láctea, conocida médicamente como dermatitis seborreica del lactante, es una afección no infecciosa de la piel. Suele iniciarse durante las primeras semanas de vida y puede tardar semanas o meses en desaparecer. Se manifiesta como escamas gruesas de color blanco, amarillo o rojizo, principalmente en el cuero cabelludo, aunque también puede afectar cejas, pestañas, orejas, nariz, cuello y otras zonas.
En algunos casos, la piel puede agrietarse o secretar un líquido amarillo claro. Es importante saber que no es contagiosa ni resultado de una mala higiene. En la mayoría de los casos, no causa molestias al bebé.
¿Por qué aparece la costra láctea?
Las causas exactas aún no se conocen. Sin embargo, según la revista Healthy Children’s, algunos especialistas creen que las hormonas transmitidas por la madre durante el embarazo estimulan las glándulas sebáceas del bebé, provocando esta condición. Otra posible causa es la presencia de un hongo que crece en el sebo, aunque no hay consenso al respecto.
¿Cómo tratar la costra láctea?
Aunque no representa un problema de salud, es comprensible querer mejorar el aspecto del cuero cabelludo del bebé. Aquí te compartimos algunas recomendaciones:
-
Masajea suavemente el cuero cabelludo con tus dedos o un cepillo blando para ayudar a desprender las escamas.
-
Lava su cabello una vez al día con un shampoo suave, asegurándote de enjuagar completamente. Luego, cepilla o seca con una toalla de forma delicada.
Si no hay mejoría, el pediatra puede recomendar un shampoo especial para bebés con ingredientes como ácido salicílico. Este tipo de producto debe utilizarse bajo prescripción médica, en pequeñas cantidades y enjuagando con abundante agua, para evitar irritaciones.
Cuidados generales y tranquilidad
La costra láctea es una condición temporal y natural. Lo más importante es disfrutar del crecimiento de tu bebé, mantener su piel bien hidratada y utilizar productos suaves y naturales que protejan su piel sensible.
Consulta siempre a tu pediatra ante cualquier duda y recuerda que cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo.