El nacimiento de un bebé está lleno de emociones, desde la alegría más profunda hasta momentos de ansiedad y tristeza. Es común que muchas madres experimenten cambios de humor, llanto y dificultades para dormir durante los primeros días después del parto, lo que se conoce como tristeza postparto. Sin embargo, cuando estos sentimientos se intensifican y se prolongan, puede tratarse de depresión posparto, una condición que necesita atención.
¿Qué es la depresión posparto?
La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo que afecta a 1 de cada 7 nuevas madres. Se presenta después del parto y puede dificultar el cuidado del bebé y la conexión emocional con él. No es culpa de la madre, y reconocerla es el primer paso para buscar apoyo.
Principales síntomas
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Tristeza profunda y desesperanza.
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Falta de interés en el bebé o actividades cotidianas.
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Fatiga, insomnio o sueño excesivo.
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Cambios en el apetito y peso.
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Culpa, inutilidad y pensamientos negativos.
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Dificultad para concentrarse.
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Pensamientos de hacerse daño o dañar al bebé.
Si estos síntomas persisten más de dos semanas, es vital acudir con un profesional.
¿Por qué ocurre?
No existe una sola causa, pero hay factores de riesgo:
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Historial de depresión o ansiedad.
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Abuso físico, sexual o problemas de pareja.
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Estrés, desempleo o falta de apoyo.
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Complicaciones en el embarazo o parto.
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Problemas con la lactancia o el cuidado del bebé.
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Consumo de tabaco, alcohol o drogas.
Tratamiento y apoyo
La depresión posparto puede tratarse con terapia psicológica, medicación y grupos de apoyo. Además, el autocuidado es clave: descanso, alimentación sana, ejercicio y tiempo personal. Contar con apoyo de la pareja, familia y amigos también facilita la recuperación.
Conclusión
La depresión posparto es más común de lo que se piensa y tiene solución. Buscar ayuda a tiempo es esencial para el bienestar de la madre y del bebé. Si te sientes así, no estás sola: hablar con una psicóloga online puede ser el primer paso para sanar.