¿Cómo afectan las estaciones del año a la dermatitis atópica? Consejos para cuidar la piel de tu bebé todo el año
La dermatitis atópica puede verse influenciada por el clima. La humedad, el frío, el calor o el polen son factores que provocan brotes en bebés y niños. Conoce cómo cuidar la piel sensible de tu pequeño en cada estación y qué medidas tomar para prevenir irritaciones.
Clima y dermatitis atópica: ¿por qué se relacionan?
La dermatitis atópica empeora cuando la piel se seca, se calienta o se expone a alérgenos. Factores como el viento, el sudor o el polen pueden desencadenar brotes. Sin embargo, con cuidados adecuados, puedes minimizar su impacto.
Primavera: polen y brotes
Aunque el clima es suave, el polen y la hierba son desencadenantes comunes.
Consejos:
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Limita el tiempo al aire libre si es sensible al polen.
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No seques su ropa fuera.
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Viste a tu bebé con ropa de manga larga.
Verano: sol beneficioso, sudor dañino
La exposición moderada al sol puede mejorar la dermatitis, pero el sudor y el calor pueden agravarla.
Consejos:
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Usa protector solar sin perfume, de alto factor.
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Evita las horas de más calor.
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Opta por actividades que no generen sudor excesivo.
Otoño: la estación más amable
Menos calor y menos alérgenos, pero atención al retorno de los brotes leves por el fin del verano.
Consejos:
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Mantén la piel hidratada con bálsamos calmantes.
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Vigila el cambio de temperatura y el agua dura.
Invierno: frío, calefacción y sudor
El aire frío y seco, junto con ropa gruesa, afecta la piel atópica.
Consejos:
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Viste a tu bebé con capas suaves, fáciles de quitar.
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No sobrecalientes tu hogar.
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Protege la piel expuesta con cremas ricas en cold cream.
Cuidado esencial: Usa emolientes todo el año para reforzar la barrera cutánea y prevenir brotes, adaptando los cuidados a cada clima.