Cuidar a un recién nacido implica atender cada detalle con amor y dedicación. Sus ojitos, al igual que su piel o encías, necesitan atención especial. Hoy te compartimos 5 cuidados esenciales para proteger los ojos de tu bebé, detectando cualquier signo de incomodidad y asegurando su bienestar desde los primeros días. ¿Sabías que no solo basta con evitar abrir las cortinas de golpe?
¿Por qué es importante cuidar los ojos del recién nacido?
Los ojos del bebé son extremadamente sensibles, ya que su sistema visual aún está en desarrollo. La exposición a la luz intensa o a gérmenes puede causar molestias o infecciones. Además, conocer cómo evolucionan sus ojitos te permitirá detectar a tiempo cualquier anormalidad.
1. Lávate las manos antes de tocarle la carita
Uno de los cuidados más importantes para proteger a tu bebé de infecciones oculares es mantener una higiene estricta. Lávate bien las manos con agua y jabón antes de tocar su rostro, especialmente sus ojos. Así evitarás transmitir bacterias o virus que puedan afectar su delicada salud ocular.
2. Limpia sus ojos todos los días
Es normal que los recién nacidos tengan lagañitas. Para limpiar sus ojos correctamente:
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Usa una bolita de algodón húmeda con agua hervida fría o suero fisiológico.
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Pasa suavemente el algodón desde el lagrimal (esquina interna del ojo) hacia afuera.
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Utiliza un algodón diferente para cada ojo, evitando contagios.
Ten siempre a la mano gasas estériles y suero fisiológico, básicos del botiquín para el cuidado diario.
3. Evita que se frote los ojos
Aunque sus manitas se vean limpias, es mejor evitar que tu bebé se frote los ojitos. Podría lastimarse accidentalmente o introducir partículas irritantes. Puedes ponerle manoplas de algodón o cortar sus uñas con regularidad para protegerlo.
4. Controla la iluminación de su habitación
Los ojitos del recién nacido son muy sensibles a la luz. Durante sus primeros meses, lo ideal es mantener una luz tenue o cálida. Evita encender luces fuertes de forma repentina. Si necesitas luz por la noche, opta por una lámpara suave o deja encendida una luz indirecta desde otra habitación.
Recuerda que el entorno del útero era oscuro y silencioso, así que su vista se adapta gradualmente al mundo exterior.
5. Evita la toxoplasmosis durante el embarazo
La toxoplasmosis congénita puede afectar la vista del bebé. Esta infección ocurre si la madre contrae el parásito Toxoplasma gondii durante el embarazo, especialmente si convive con gatos o manipula carne cruda. Puede provocar serias complicaciones como ceguera o convulsiones. Prevenirla durante la gestación es fundamental para cuidar la salud ocular del bebé desde antes de nacer.
El color de los ojos del bebé: ¿cuándo lo sabrás?
Al nacer, muchos bebés tienen los ojos grisáceos o azulados. Su color definitivo puede tardar entre 3 y 6 meses en definirse. Si notas que su iris se torna más café, es probable que mantenga ese tono. Dale tiempo a la naturaleza, cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo.