En el artículo anterior, “Nunca me pasó por la cabeza tener trillizos”, te platicamos la historia de Itzel, una mamá que enfrentó la sorpresa de que su primer embarazo sería triple. Hoy queremos contarte cómo fue la llegada al mundo de Santiago, Nicolás y Mateo, los trillizos de Itzel y Jesús Eduardo, y los retos y alegrías que vinieron después.
El parto y la llegada de los trillizos
“Nacieron los tres prácticamente en dos minutos. Santiago fue el primero, luego Nicolás y después Mateo”, cuenta Itzel. Los bebés nacieron con un peso promedio de 1.8 kilos, siendo prematuros, pero con buen estado general. Santiago, aunque pesó 2 kilos, tuvo que quedarse más tiempo en el hospital por temas de maduración.
El parto fue por cesárea antes de la semana 34, y aunque Itzel perdió mucha sangre y necesitó transfusión, el resultado fue exitoso.
La UCIN: primeras visitas difíciles
“No volví a ver a mis bebés hasta el segundo día”, recuerda. Los tres fueron llevados a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) y la primera vez que pudo verlos fue en silla de ruedas.
“Es muy fuerte llegar a un lugar donde no puedes cargar a tu bebé, no lo puedes tocar, lo admiras de lejos”.
Debido a la pandemia, los protocolos eran estrictos y debían pedir permiso incluso para tocar a sus bebés.
El método canguro y la lactancia
Nicolás fue el primero en estabilizarse y en recibir el método canguro, que implica contacto piel con piel para favorecer su recuperación. Poco a poco, Itzel pudo empezar a amamantarlo.
El contacto físico no solo ayuda al bebé, sino también a la mamá, que comienza a conectar con su lactancia.
Llegar a casa sin bebés
El regreso a casa sin ellos fue una experiencia dura. “Es bien difícil salir del hospital y llegar a casa sin un bebé, pero tampoco sin tu panza”.
Nicolás fue el primero en llegar a casa a los 15 días de nacido, seguido de Mateo a los 17 días y finalmente Santiago a los 27 días. El mejor regalo fue tenerlos a todos juntos antes de Navidad.
“Fue el mejor regalo de Navidad que pude haber tenido”.
La organización: clave del éxito con trillizos
Con tres bebés, la organización fue esencial. Itzel y su esposo llevaron una bitácora para registrar tomas, pañales y regurgitaciones.
“Nos organizamos también para las tomas, mi esposo le daba a uno, yo a otro, después me sacaba leche…”.
Contaron con el apoyo de la familia durante el primer mes, y poco a poco fueron encontrando su ritmo.
La lactancia de trillizos
Itzel aprendió que “tu mejor amigo va a ser el extractor”. En la Liga de Lactancia Materna (laligadelaleche.org.mx) y con asesoras especializadas, recibió orientación adaptada a su caso.
“Veía fotos de ellos mientras hacía mis extracciones y salía leche… ¡Es increíble el cuerpo de la mujer!”.
Con constancia, logró alimentar a los tres con lactancia mixta. La clave fue entender que la salud emocional de la mamá es tan importante como la alimentación del bebé.
Tres bebés, tres personalidades
Cada uno tiene su carácter:
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Mateo: el más grande y comelón.
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Nicolás: el más paciente.
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Santiago: inquieto y demandante.
Se adaptaron a una rutina estricta que les permitió manejar mejor el día a día.
“Definitivo, para cualquier familia múltiple, una rutina es la clave para que todos tengan una mejor calidad de vida”.
La maternidad múltiple también se disfruta
Lejos de los miedos que le infundieron, Itzel descubrió que tener trillizos no es imposible con organización y apoyo.
“No es tan difícil como yo pensé que iba a ser”.
Mamá 3 de todo: compartir para apoyar
Itzel decidió abrir su cuenta Mamá 3 de todo para acompañar a otras mamás múltiples, compartir su experiencia y ofrecer apoyo a quienes pasan por lo mismo.
“Sí se puede ser mamá de trillizos y no morir en el intento, se puede perfectamente. Si yo lo puedo hacer, todas pueden”.