#Posparto

Lo que debes responder si una mamá te dice "estoy cansada"

Lo que debes responder si una mamá te dice "estoy cansada"

El cansancio es normal durante y después del embarazo, pero pareciera que expresarlo le abre la puerta a los juicios cuando, en realidad, que una mamá diga “estoy cansada” debería ser sólo un escape de sus emociones, no un motivo para crítica. 

Tener un bebé en casa es una de las experiencias más retadoras que se pueden experimentar. No sólo es una actividad en la que la mamá se está adaptando a las nuevas labores de la maternidad, ella misma está dejando atrás el parto.

Por eso, hoy queremos hacer un llamado a la empatía, a hacer entender que no por ser mamá no tienes derecho a no sentirte cansada en todos los niveles y, sobre todo, a expresarlo sin culpa.

¿Cómo se “debería” de sentir una mamá?

Para comenzar, pongamos sobre la mesa el inicio del prejuicio, si tuviéramos que hablar del “deber”. Si cansada no, entonces, ¿cómo se debería de sentir una mamá? 

¿Será que está permitido que sólo se sienta feliz y motivada pero no cansada y triste?

Partiendo de lo que “está permitido”, entonces, ¿sólo las emociones “positivas” deben acompañar a la maternidad?

Esto sólo sería invalidar las emociones reales que tiene una madre al asumir su papel. 

Ser mamá es una tarea de 24/7 durante toda la vida, lo mínimo que puede sentir es cansancio.

Nadie debe invalidar las emociones de alguien más. En su lugar, lo que podemos hacer es ser empáticos y útiles.

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¿Qué hacer si una mamá te dice estoy cansada?

  1. Estar receptivos.

Lo primero que debemos hacer al estar con una mamá que acaba de pasar por el parto o que se está esforzando por sobrellevar su maternidad, es ser receptivos. Es decir, escuchar. Solemos tener la creencia de que cuando alguien nos cuenta cómo está, respondemos con una solución o un consejo.

Cuando, puede ser, que la otra persona, sólo nos esté viendo como un canal de desahogo, no porque necesite nuestra opinión. Entonces, escuchemos, ella tiene mucho que decir y si le estamos haciendo compañía, dejemos que nos comparta lo que para ella es importante.

No tienes que aconsejarla si ella no lo pide y si no sabes qué decir puedes intentar con: “te comprendo”, “estoy contigo”, “imagino que es difícil pero estoy aquí para ti”.

  1. Pregunta si hay algo que puedas hacer.

Lejos de asumir que sabemos lo que la mamá cansada necesita de nuestra parte, preguntemos. Ya que ella nos haya dicho lo que estuvo dispuesta a compartir, es momento de mostrarnos para ella.

“¿Hay algo que pueda hacer por ti?”, “¿te parece si te acuestas un rato en lo que yo lo veo?”, “¿quieres que te prepare algo de comer mientras amamantas?”.

Ofrécete a realizar alguna actividad que pueda liberar a la mamá para que tome una siesta o se relaje.

Muchas veces, las mamás dejan de comer a sus horas por estar atentas a las necesidades de sus bebés, el cansancio no sólo es por “no dormir”, sino es por mal dormir y por tener días agitados. Hay que considerar que muchas mamás que acaban de tener a su bebé, siguen siendo amas de casa, mujeres de oficina, mamás de otros hijos y con esto, las responsabilidades pueden abrumar.

Si tienes la confianza necesaria, no preguntes y participa activamente en lo que ves que puede hacer falta. Por ejemplo, si entras a la cocina y ves la pila de biberones esterilizados pero los trastes del desayuno están sucios, lávalos, si hay ropa para lavar o por tender, ya sabes qué hacer.

En este caso, aplica algo similar al protocolo de visitas al recién nacido, no visites a una mamá esperando que te atienda, mejor llega con las compras hechas para cocinar y comer algo rico. Así pasas de la palabra a la acción alivianando a la mamá con alguna actividad.

Que tú lo arrulles mientras ella come, que tú hagas de comer mientras toma una siesta con el bebé, que ella se bañe mientras cuidas el sueño del bebé, ¡de eso se trata!

  1. Evita decir...

Si ya escuchamos a una mamá cansada confesar cómo se siente y ya actuamos para ayudarla, también podemos omitir comentarios que puedan herir su susceptibilidad. Para algunos esto es una de las consecuencias de romantizar la maternidad, “¿estás cansada?, ay pero tener hijos es hermoso, disfrútalos porque crecen rápido”.

El hecho de que una mamá esté cansada no hace que tener hijos sea menos lindo. El cuerpo resiente el desgaste, así como cada organismo vive diferente el embarazo, también lo hace en el posparto y el tiempo posterior.

No por aceptar que le está costando trabajo o que su cuerpo necesita un descanso, es “mala” mamá, como tampoco, el que no se queje, la hace “mejor”. Por otro lado, si no sabes qué decir para no errar, no hagas algún comentario, puedes sonreírle o poner una mano en su hombro e intentar refrescar la plática con otro tema de interés para la mamá.

En ocasiones, la mamá agradece poder saber lo que pasa en el exterior más allá de sus responsabilidades. En realidad, cada mamá tiene el derecho de vivir su maternidad como quiera, además, siempre lo hará desde las herramientas emocionales que posee en el momento.

  1. Sé una zona segura.

Libérala de la culpa, que a tu lado se sienta cómoda y cargue fuerza para continuar.

No importa si eres su pareja, su hermana, cuñada, suegra o amigo. Sé un momento de paz para ella, una preocupación menos, un apoyo más.

Aplícalo al papá

Todo lo que leíste, puede ser aplicado al papá, puede ser que ambos estén cansados o que sea el padre que, por alguna circunstancia, sea el que esté llevando la batuta del cuidado del bebé. En casos de paternidad activa o en los hogares en los que ambos padres trabajan y ambos aportan económicamente, será fantástico pensar en apoyar al papá cansado.

Ya lo sabes, la próxima vez que te encuentres con una mamá cansada, ya sabes cómo acompañarla para que no se sienta juzgada, sino conectada con una persona con la que puede ser ella misma.