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Updated on Octubre 17, 2023
Created on Octubre 10, 2023
El embarazo trae consigo cambios en el cuerpo y en la vida de la mamá, es un proceso que cada mujer embarazada vive de manera distinta y que, en algunos casos, puede afectar la autoestima. Sí, la maternidad es una experiencia que tiene muchos momentos únicos y hermosos, pero también es una demanda de realidad en la que cada día, el cuerpo se transforma según las necesidades del bebé.
Lo anterior implica cambios hormonales y físicos que sorprenden a la futura mamá que a su vez está envuelta en una nueva etapa de su vida, en la cual también se está adaptando. De este modo, desde su estado de ánimo, hasta sus hábitos se ven alterados y en este ajetreo de su nueva etapa de vida, su autoestima puede verse dañada.
La autoestima es más que el concepto que tenemos de nosotras mismas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que es un estado completo de bienestar y que comprende tanto el aspecto social como el físico o el psicológico.
Así que el embarazo es una situación idónea para la autoevaluación, no es poco común que se presenten pensamientos como, “¿seré buena mamá?”, “¿me veo muy ancha?”, “¡este vestido me queda horrible!”. Si le sumamos todos los cambios químicos que están presentes en el cuerpo de una embarazada, sí, las hormonas pueden ponerle una trampa a nuestro corazoncito.
Queremos estar a tu lado en esos momentos en los que no te sientas bien contigo misma:
Tu cuerpo está en un proceso en el que la naturaleza muestra el gran poder que tiene, ¡generar vida dentro de otra vida! No es para menos que tus pies se hinchen, tus jeans favoritos ya no te cierren o tu humor te ponga trampas, ¡todo pasará!
Acepta los cambios en tu cuerpo y deja de pensar, por ejemplo, si “recuperarás la figura”, céntrate en tu presente, en vivir un día a la vez. Quizá tu cuerpo nunca vuelva a ser el mismo, pero tú tampoco lo serás, después de las 40 semanas de embarazo, el parto y el camino por recorrer, notarás cambios en ti que le aportarán algo diferente a tu vida.
Acepta vivir todo esto como viene, habrá días buenos, días difíciles, días tranquilos o comunes pero lo más importante es tu actitud y la manera en la que afrontas todo lo que vives.
Si haces las paces con tu cuerpo, será más fácil que te nazca dedicar tiempo a tu arreglo personal. Sabemos que es importante que te sientas cómoda con lo que llevas puesto, pero la comodidad y verte linda no son conceptos que no se puedan acoplar.
No se trata de que te obligues a pasarte la plancha para alaciar tu cabello, pero un baño, crema hidratante y un poco de labial serán un logro que mereces saborear. Encuentra la ropa con la que te sientes cómoda, pero dale una oportunidad a las prendas con las que te ves linda pero no te ves “como antes”.
Evita descuidar tu apariencia durante el embarazo, al contrario, aprovecha la ocasión para explorar otra parte de tu personalidad. ¿Te interesa este tema? Lee nuestro artículo Ser mamá sin abandonarte, un reto que te ayudamos a cumplir
Es decir, háblate bonito, háblate con amor. La mujer que ves en el espejo es tu mejor amiga, es la compañía que va contigo el 100% del tiempo. Es la que te aconseja o te da las palabras de aliento que más necesitas, aunque también puede ofenderte y subestimarte.
El poder del diálogo interno es impresionante para reforzar la autoestima así que construye tus pensamientos desde una estructura positiva o, mínimo, neutral. Háblate palabras amables que reflejen paciencia y amor propio; expresa tus emociones (porque son muy válidas) pero sé comprensiva contigo misma.
No hay algo más dañino para la autoestima durante el embarazo que compararte. Evita hacerlo con otras mamás o con otras mujeres. Cada persona está viviendo su vida y tiene las experiencias que le tocaron.
Concéntrate en ti… Digamos que tú vas sobre tu carril, las demás irán en el suyo. Si volteas a ver si la otra avanzó más que tú o si se quedó atrás, dejas de poner la vista en donde importa, tu propia vida, tu propio carril.
Otras mamás tienen otras condiciones en las que se está dando su maternidad, cada mujer va en un carril diferente, tú enfoca tu energía en el tuyo.
Coméntale a tu pareja, o a quienes viven contigo, tus necesidades emocionales, físicas, domésticas… De este modo, podrás sentirte más tranquila por el sólo hecho de haberlo podido compartir.
A veces, olvidamos que el otro no tiene el poder de leer nuestra mente y asumimos que, por obviedad, la otra persona sabe lo que necesitamos. Sin embargo, no siempre es así, por eso lo recomendable es tener la disposición de comunicar lo que sentimos, necesitamos y pensamos.
Alimentarte sanamente, tomar agua, dormir bien y si el médico te lo indica, realizar deporte, son actividades que te ayudarán a estar menos estresada y a sentirte mejor, como resultado a cuidar de tu autoestima durante el embarazo.
Además, debes seguir las recomendaciones de tu doctor para vitaminarte y cuidar de ti y de tu bebé.
Seguro tienes una vida muy ocupada pero, después del parto lo estará aún más, así que retoma hoy los planes que has pospuesto o inicia eso que tanto deseas. Por ejemplo, si te gusta pintar cerámica o eres una fiel amante de la jardinería o audiolibros, encuentra un momento en tu rutina para cultivar tus pasiones.
Para mejorar tu autoestima necesitas recordar todo lo que vales, lo que representas, lo que conoces y lo que has pasado, así que tus hobbies son una parte importante de ti, ¡retómalos!
Si es necesario, vuelve a enlistar tus prioridades y, poco a poco, vuelve a hacer todas esas actividades que te dan felicidad.
Ámate, tu cuerpo está formando vida en su interior, deja a la autoexigencia a un lado. Esto implica olvidarte de los pensamientos que ponen en duda tu esfuerzo y este encuentro contigo en tu maternidad. Evita cuestionarte con, “¿Y si me equivoco?”, “¿y si todo sale mal?”, “¿seré una buena madre?”, “¿soy una mala madre si no hice esto o aquello?…
El papel de la autoestima durante el embarazo es fundamental, puede darte la paz mental para disfrutar el proceso afrontando tus miedos y viviendo la experiencia de forma natural.
Dedícate a ser una versión auténtica pero con tu misma esencia, ¡te puedes sorprender!
