#Posparto

"Ya no quiero tener hijos, me quedo con uno": una realidad para los padres

"Ya no quiero tener hijos, me quedo con uno": una realidad para los padres

Hay quien dice, "ya no quiero tener hijos, me quedo con uno", y es algo que podemos comprender, así como hay mamás y papás que disfrutan el tener un hijo y todo lo que implica, también están los que luego de estrenarse como padres, prefieren quedarse así.

Guadalupe, 36 años - “Porque le garantizas una buena calidad de vida, en todos los aspectos”.

Rosalía, 33 años - Tener un bebé ha sido hermoso, pero también es un camino complicado, prefiero quedarme con un hijo para poder retomar mi camino profesional”.

Francisco, 31 años - "Ha sido maravilloso ver crecer a mi hijo, pero no sé si tengo la energía para vivir el proceso del embarazo, los pañales, las mamilas y todo, un vez más".

Esteban 42 años - “Emocionalmente, tanto para padres e hijos, es mejor tener solo un hijo, lo atiendes más, estás más al pendiente de sus necesidades”. Convertirse en mamá o papá es una experiencia que llena de alegría y amor el corazón, pero también es un momento lleno de realidad en el que el miedo, la depresión, las preocupaciones, la culpa o las dudas son reales y, sobre todo, válidas.

Ser padre te cambia la vida

Al ser mamá o papá tienes ante ti una oportunidad para saber qué es lo que se siente que una manita pequeña te sostenga por el dedo pulgar y te dedique una sonrisa. Pero, también es el motivo de desveladas, cansancio extremo, cuentas por pagar, estrés y preocupaciones.

Ser padre te cambia la vida completamente, todos tus hábitos, o la mayoría de ellos, se ven alterados, con el bebé en casa, la normalidad toma otra dirección, el bebé es prioridad. Se hacen nuevas rutinas, se crean nuevas actividades, algunas en equipo, otras sólo se dividen, claro, en caso de que el papá asuma una paternidad activa Así es cómo se ve la paternidad activa en la vida diaria, sino todo recae en la mamá que también está recuperándose de un parto.

Todo es más hermoso pero también es desconocido y ese trabajo para el bebé, representa a los padres algo más que alegría. Es esfuerzo, es compromiso y sí, ser padre puede ser abrumador. Diario hay algo que hacer, algo que aprender, algo que resolver…

Y, con el paso del tiempo, después de cierto camino recorrido, en donde pareciera que ya todo está bajo control, o al menos el bebé ya duerme por las noches y de corrido, pensar en otro embarazo es una idea que no siempre aparece por la mente.

Viviana, 46 años - “Me encanta ser mamá, disfruté mucho el embarazo, pero tuve un parto complicado y me dio mucho miedo, por eso decidí ya no pasar por eso”.

Alan, 44 años – “Tener una hija es una gran responsabilidad y no todas las personas nacimos para ser padres para más de uno”.

Roberta, 41 años - “Tuve depresión posparto y no quiero volver a pasar por eso, soy feliz con mi hijo”.

Querer solo un hijo no te hace un mal padre

Querer solo un hijo no te hace un mal padre o una mala madre, te hace alguien con una opinión construida en su propia experiencia y eso es muy válido. Cada quien sabe sus condiciones y puede estar consciente de lo que es mejor para la familia, pero también, de lo que ya no desea para su proyecto de vida individual.

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Menos juicio, más respeto

La empatía y el respeto a las decisiones de los otros son fundamentales para poder vivir en armonía. Nosotros creemos que la maternidad o la paternidad por elección deben ser respetadas, no juzgadas o criticadas.

Por lo tanto, los comentarios como, “¿y para cuándo el hermanito?”, “Deberían darle un hermano o lo harán muy consentido”, “No lo dejen solito, que se acompañe con otro hijo”, pueden quedarse como opiniones de otras personas sin que eso los llene de remordimiento.

¡Cumple tus metas!

Si tienes planes profesionales o laborales y sientes que un embarazo puede postergar, eliminar o distanciarte de ellos, es válido evitarlo. Es importante que, sigas alimentando tu individualidad, más allá de tu pareja y por supuesto, más allá de tu rol como mamá o papá.

Ser una persona feliz, realizada, que construye una vida plena, te permitirá compartir esa felicidad con tu único hijo. Si tu pareja y tú coinciden en que es mejor cuidarse para ya no quedar embarazados mientras se siguen desarrollando en otros ámbitos de su vida, su visión de vida es muy respetable.

La salud es importante

Entendemos que en ocasiones un embarazo implica poner en riesgo a la mujer. Es su cuerpo el que es el hogar del bebé, por lo tanto, tiene derecho a decir si desea esta aventura nuevamente o no.

No sólo nos referimos a la salud física, la salud emocional también es un factor para decidir ya no tener más hijos. Se debe considerar si quiere, si puede, su edad y por supuesto, hablarlo con su médico de confianza para evitar riesgos.

“Con uno estamos bien”

Es válido no querer más hijos sólo por no tenerlos, por no estar segura o seguro de querer cambiar pañales y dar mamila a las 3 de la mañana. Por ejemplo, la vasectomía es una opción, te sugerimos revisar nuestro artículo ¿Es momento de pensar en la vasectomía? 8 cosas a considerar  

La maternidad/paternidad es algo tan grande y complejo que no debe desarrollarse por presión social o expectativas ajenas. Suelta la culpa, vive feliz, construye la vida que deseas tomando decisiones conscientes, responsables y amorosas.

Los hijos son felices cuando tienen padres que son felices siendo padres.

Gabriela, 45 años - “No me arrepiento de haber tenido solo un hijo, al contrario, es mi mayor cómplice”.

Brenda, 27 años - “Cuando quedé embarazada, mi pareja se fue, me quedé sola con mi hija, por ahora no deseo embarazarme, no es algo que quiera hacer nuevamente sola”.

Eduardo, 38 años – “Me gustaría tener otro bebé, pero mi pareja no quiere y respeto su decisión, nos quedamos con la niña y está bien”.