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Updated on Julio 6, 2023
Created on Marzo 14, 2023
Los ascos, vómitos y náuseas durante el embarazo, son de los síntomas que más incomodan porque agarran por sorpresa a la futura mamá. El asco es esa primera reacción con la que el cuerpo de la embarazada manifiesta su rechazo ante un olor, comida o sensación. Después de esto, suele pasar que el cuerpo siente náuseas y, en algunos casos, el vómito se hace presente. Pero, debemos decir que el 80% de las mujeres que esperan bebé son víctimas de las náuseas en el embarazo.
Aunque la experiencia no sea agradable, los especialistas creen que tener náuseas es una buena noticia, pues representa que el cuerpo de la mamá está transformándose con éxito para ser el hogar del bebé.
A continuación, te contamos todo lo que debes saber de los ascos en el embarazo para que, si llegan a presentarse en ti, la información te ayude a pasar el mal rato.
El cuerpo humano es sabio y eso se comprueba en cada embarazo, pues en cuanto identifica que dará vida, comienza a hacer cambios. Aunque no se sabe a ciencia cierta, las náuseas en el embarazo son atribuidas a los cambios hormonales de los primeros tres meses, periodo en el que el cuerpo comienza a formarse como la casita del bebé. Expertos señalan que las náuseas pueden deberse a la hormona del embarazo, gonadotropina coriónica humana (GCH). La GCH es la hormona que el cuerpo produce una vez que el óvulo que fue fertilizado se adhiere al útero, es decir, es exclusiva de la gestación.
Se trata de la misma hormona que es utilizada en las pruebas de embarazo caseras para saber si la mujer está embarazada. Primero es producida por el embrión en desarrollo y después lo es por una parte de la placenta. Es debido a este cambio hormonal de los primeros meses que las náuseas tienen presencia, así que es una buena señal de que el cuerpo se está adaptando a la gestación. Por otro lado, los niveles altos de estrógeno podría ser otro factor que contribuye a este malestar.
Si bien las náuseas durante el embarazo suelen ser más común durante las mañanas, algunas mamás las suelen experimentar durante todo el día. Esto no tiene nada de malo, pero sí se debe estar pendiente de que, a pesar de las náuseas y vómitos, no se trata de hiperémesis gravídica, de lo que te platicamos más adelante. Las náuseas durante el embarazo suele desaparecer después del tercer mes, sin embargo, algunas mamás las llegan a tener casi todo el embarazo, no representando ningún riesgo a su salud o a la del bebé.
Tu doctor sabrá decirte si en tu caso es una idea tomar vitamina B6 para disminuir la intensidad de las náuseas.
La gelatina y las galletas saladas son una buena opción para reducir las náuseas.
Los alimentos o bebidas que contengan jengibre son aliados contra este malestar, incluso, el refresco de este sabor, puede ayudar.
Si bien tu dieta debe estar supervisada por tu doctor, puedes preguntarle si para mantenerte saludable puedes incluir colaciones altas en proteínas y carbohidratos que te mantendrán nutrida de forma sana.
Además de reducir el riesgo de deshidratación por el vómito, el agua puede refrescarte y contrarrestar el efecto del asco.
-Evita comidas picantes, dulces y abundantes
Es recomendable que comas poco y en varias ocasiones a que de una sentada comas de más. Elige alimentos de fácil digestión.
La hiperémesis gravídica es cuando estas náuseas o vómitos son frecuentes e intensos. Aunque es más común que ocurra en mamás con embarazo múltiple, también puede presentarse en embarazos únicos. Sus consecuencias a la salud son deshidratación, pérdida de peso y desequilibrios electrolíticos. En casos extremos, las mamás requieren ser hospitalizadas para que sean alimentadas e hidratadas mediante sondas.
A pesar de que las náuseas parecen ser una buena señal, su ausencia no indica que algo malo esté pasando. Cada cuerpo y cada embarazo es diferente, por eso es importante ir de la mano del médico para que puedas estar sana y segura de que todo va bien en tu embarazo.
