#Consejos para papás

Lo que debe leer tu corazón si perdiste a tu bebé

Lo que debe leer tu corazón si perdiste a tu bebé

En la vida ocurren cosas que no tienen explicación y con todo el respeto que te tenemos queremos que en las siguientes palabras encuentres algo de consuelo si perdiste a tu bebé. No es fácil hacerse a la idea de que ese bebé que esperábamos, no podrá estar en nuestros brazos, ahora su presencia en nuestra vida se manifestará en recordarlo. En recordar esa sensación de tenerlo adentro de nuestro cuerpo, esos nervios y angustias que sentimos al esperar un bebé y que con el paso de los días, se convirtieron en esperanza. El amor, jamás se opacó ante la miedos, hoy, no será distinto.

Perdiste a tu bebé, pero tu amor sigue

Tu bebé vino a acompañarte sólo un tiempo, pero el amor jamás se irá, siempre estará contigo, y es en lo que puedes enfocar tus pensamientos y tu energía. Claro, tómate tu tiempo, vive tu duelo, llora y duerme, descansa tu mente y tu corazón de todo lo que te acongoja, pero ve soltando… Ve soltando las culpas, olvídate del “¿por qué?”, ve dejando atrás las preguntas que no tienen respuesta y mejor confírmate que eres fuerte y ahora lo serás más, porque nunca estarás sola. Pase lo que pase y vayas a donde vayas, tu bebé irá contigo porque siempre lo llevarás en tu corazón. Y, aunque no puedas hacer algo para cambiar el pasado, puedes hacer mucho por crear en tu presente, un espacio digno para su memoria, honrándolo en tus actos, sonriendo como la mamá que sí tuvo.

Agradece la experiencia

No nos malentiendas, tu dolor es importante, pero su paso por tu vida te enseña que fuiste capaz de amar mucho en poco tiempo. Mientras sanas, puedes agradecer que si algo duele es porque te importaba demasiado, porque eres una persona dispuesta a amar y a la maternidad. Agradece que, aunque fue por poco tiempo y con un final inesperado, tuviste la dicha de vivir una ilusión que para otras personas es imposible. Manda al universo mensajes de amor y esperanza en memoria del angelito que te cuida desde el cielo, porque aunque se fue, te acompaña en cada momento.

Abraza tu dolor 

Abraza tu dolor, abrázate, abraza a tu pareja, a tus hijos, a tus seres queridos, abraza y deja que esos cuerpos te regalen su calidez y energía para que tu pila se cargue nuevamente.  Poco a poco, como tú lo decidas, pero empieza a reconciliarte con la vida que aún tiene mucho para ti aunque por ahora, no estés tan segura. Recuerda todas esas cosas hermosas que te adornan la vida, tu hogar, tu trabajo, las flores, el pastel de chocolate, tu primera taza de café… Aprecia hasta los pequeños placeres de la vida que, antes de este dolor, le daban color a tu rutina.

Sana a tu ritmo

Pero sana, tómate el tiempo que tu alma necesite para encontrar tu paz, pero acepta que aprender a vivir con tu duelo es la mejor manera de despedir a tu bebé, pero sobre todo, la mejor manera de no abandonarte. Te invitamos a que pienses que físicamente no tendrás a tu bebé, pero su presencia en tu vida se manifestará de otra manera, así que ábrete a esas nuevas posibilidades.

Sabemos que si perdiste a tu bebé no hay palabra que cubra tu dolor, ni que corte tu llanto. Tu cuerpo, incluso, puede seguir respondiendo a una maternidad que ahora no tiene a quien cuidar, pero esto no es un final. Eres una mujer fuerte, que poco a poco encontrará sus ganas de volver a volar. Respeta tu proceso y fluye con él, no hay emociones malas, todas son necesarias, acéptalas, trata de entender qué te están enseñando.

banner

No hay un por qué

Deja de pensar en los porqués, quizá para eso no haya más explicación. Invertir energía en preguntas te alejará de las respuestas que son las que valen la pena. Las respuestas llegarán aunque no sean de las preguntas que te haces en este momento.

Si vas a preguntarte algo, no elijas los “¿por qué a ti?, “¿por qué ahora?”, “¿por qué a nosotros?”, Intenta plantear todo en el “¿para qué?”.

“¿Para qué la vida te está dando esta lección?”, quizá para que puedas encontrar dentro de ti la fuerza que jamás imaginaste tener.

“¿Para qué ahora?”, porque era el momento en el que tenía que ser, para que consideres y evalúes lo que tienes en tu vida.

“¿Para qué a nosotros?”, para que tomados de las manos se unan más, se conecten y se acompañen en esta y todas las situaciones.

No busques felicidad, encuentra paz

No pretendas que de la noche a la mañana “deberás” o “tendrás” que volver a ser la de antes, una mujer feliz, a pesar de las complicaciones de la vida. En todo caso, lo que tienes que perseguir primero, es tu paz, la felicidad llegará en su momento, pero tu prioridad es la paz de tu corazón. No habrá libro, palabra o terapia que haga magia por si sola, pero puedes confiar en tu resiliencia, confiar en que hay un mañana esperándote con los brazos abiertos Perdiste a tu bebé pero si tienes más hijos o una pareja, puedes ver que aún hay mucho por lo que seguir adelante, tu bebé, te impulsará.

Así que, cuando llegue el día en que te sientas un poco mejor, acepta esa fuerza de voluntad, pues habrá un angelito detrás esa calma. Toma un baño, prepara el desayuno, mira por la ventana, la vida sigue y con pasos pequeños, pero firmes y constantes, avanzarás, sanarás. Piensa que una estrella en el cielo brillará más fuerte con cada día de menos tristeza.

Confía en ti, en tu corazón y deja que esta experiencia te llene de sabiduría, porque ahora, serás una mujer más fuerte. Una mujer que con el paso del tiempo será capaz de acompañar con mucha empatía a una mujer que podría estar viviendo algo similar. Eres fuerte y eres madre, lo que te tocó vivir no es fácil, pero el día de mañana, quizá, la vida te deje ver porqué necesitabas pasar una prueba tan difícil.

Tranquila, todo estará bien, no estás sola, te tienes a ti, a tu familia, a tus creencias y ahora, un motivo más para seguir.