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Consejos para prevenir el abuso sexual en menores

Consejos para prevenir el abuso sexual en menores

Prevenir el abuso sexual en menores, ya sea nuestros hijos, sobrinos o conocidos es una de las tareas más nobles que, como padres y adultos, debemos tomar con seriedad. ¿Por qué es una tarea que necesita nuestra total atención? Porque, tristemente, es común.

México, un caso de cuidado

Según cifras (https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/child-maltreatment) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia.

¡Y no sólo eso! México ocupa el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años, según datos (http://www5.diputados.gob.mx/index.php/esl/Comunicacion/Agencia-de-Noticias/2014/11-Noviembre/18/9037-Mexico-ocupa-primer-lugar-a-nivel-mundial-en-abuso-sexual-violencia-fisica-y-homicidios-de-menores-de-14-anos-afirma-directiva-de-centro-de-estudios) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Lo que es alarmante es que en la mayoría de los casos, el abuso infantil es llevado a cabo en el hogar, es decir, un miembro cercano a la familia es quien maltrata a los pequeños. Esto significa que pueden ser los padres biológicos, tutores, familiares o conocidos, los que, en el contexto familiar agreden a los menores de edad.

Por ello y para garantizar una infancia sana y feliz, queremos ayudarte a que tengas más claridad para hablar con tus hijos al respecto. Con el objetivo de que tanto tú como ellos, tengan las herramientas necesarias para prevenir la violencia sexual.

¿Qué es el abuso sexual?

En un documento (https://www.unicef.org/argentina/media/3961/file/Abusos%20sexuales%20y%20embarazo%20forzado%20en%20la%20ni%C3%B1ez%20y%20adolescencia.pdf) de la UNICEF Argentina, se explica que el término abuso sexual se refiere a:

“Prácticas sexuales –que pueden ir desde tocamientos, exposición de los órganos sexuales y masturbación frente a un niño, niña o adolescente, hasta violaciones– impuestas por un adulto, independientemente de la forma en que se ejerza la coerción –violencia física, amenazas, abuso de confianza, entre otras-”.

Es decir, una persona con mayor conocimiento sexual los somete sin su consentimiento a prácticas sexuales que pueden ser desde comentarios inapropiados, mirarlos tocarse hasta obligarlos a participar.

“La violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, es una grave violación de sus derechos”, dice el Protocolo para la Prevención del Abuso Sexual a Niñas, Niños y Adolescentes (https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/306450/Protocolo_Prevenci_n_Abuso_Sexual_2017.pdf) del Gobierno Federal de México.

En este mismo documento, se especifica que el abuso sexual es una forma en la que se aplica la violencia sexual, al igual que el “acoso, violación o explotación sexual en la prostitución o la pornografía”.

¿Dónde ocurre?

Como lo comentamos al inicio, el abuso sexual, suele ocurrir, mayormente en un contexto familiar.  “Generalmente el abusador/abusadora posee alguna relación de autoridad y poder con el niño, la niña o el/la adolescente, existiendo respeto, confianza y cercanía”, añade el protocolo.

El documento oficial, retoma el informe mundial sobre la violencia contra los niños y las niñas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2006. Señala que en su mayoría, “el abuso sexual de niñas y niños es más común dentro del hogar o es cometido por una persona conocida por la familia en la escuela y otros entornos educativos tanto por parte de los padres como de los educadores”.

Además, llega a ser frecuente en niñas y niños empleados como trabajadores domésticos en hogares. Con la pandemia por Covid-19, la violencia sexual y cualquiera de sus manifestaciones ha resultado preocupante. Sin escuelas abiertas y algunos miembros de la familia que debieron quedarse en casa, muchas familias se vieron obligadas a convivir más dentro de casa.

Si bien, el hogar y los centros educativos son los primeros escenarios en los que ocurre esta agresión, también puede darse en “instituciones, lugares de trabajo, en las instalaciones dedicadas al viaje y al turismo, en contextos de desarrollo y de emergencia”, señala el protocolo.

¿Quiénes son los más vulnerables, las niñas o los niños?

Se podría pensar que las niñas son más vulnerables ante los delitos de violencia sexual, sin embargo, el Protocolo para la Prevención del Abuso Sexual a Niñas, Niños y Adolescentes, aclara el panorama con información de la OMS. En el caso de las niñas señala que, “la mayor parte de las agresiones sexuales tienen como víctimas a mujeres y niñas, y son perpetradas por hombres y niños”.

Pero, eso no significa que los hombres y niños no sean víctimas de este tipo de agresión, “la violación de hombres y niños por otros hombres es un problema constatado, y se registran igualmente coacciones a hombres jóvenes por parte de mujeres mayores para mantener relaciones sexuales”.

El protocolo señala los resultados de la encuesta “Recopilación de Experiencias en la Prevención y Atención de la Violencia Sexual a Niñas, Niños y Adolescentes” de 2014. En esta investigación se obtuvo que el grupo de niñas y niños de 6 a 12 años de edad, es el más vulnerable de vivir situaciones de violencia sexual, seguido del grupo de las y los adolescentes de 13 a 18 años edad.

Es decir, la violencia está presente en ambos géneros, por ello es indispensable prevenirla pues las consecuencias que surgen son para considerarse.

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Señales de que está pasando…

-Cambios en su conducta

-Irritabilidad o comportamientos violentos

-Deterioro en su desempeño escolar

-Llantos frecuentes sin explicación aparente

-Rechazo a adultos

-Regresiones como volver a hacerse pipí en la cama

-Temores nocturnos

-Rechazo a contacto físico 

-Dibujos extraños o tristes

-Depresión

-Consumo de drogas

-Trastornos alimenticios

-Dolor, heridas, quemaduras o golpes en su cuerpo sin explicación

-Comezón, hinchazón, lesiones, secreciones o sangrados en genitales

-Olor extraño de su zona genital

-Dificultad para sentarse, caminar y hacer pipí o popó

-Embarazo infantil y adolescente

-Ropa interior sucia, rota o manchada

Consecuencias del abuso sexual a menores

Hay 3 niveles en los que se reflejan las consecuencias del abuso sexual en menores. Se trata de las consecuencias emocionales, las cognitivas y las conductuales. A su vez, estas consecuencias pueden manifestarse a corto plazo o al principio de la agresión, a mediano plazo y a largo plazo. Para explicártelo con más detalle, retomaremos la tabla de consecuencias del Protocolo para la Prevención del Abuso Sexual a Niñas, Niños y Adolescentes.

A corto plazo

  1. Consecuencias emocionales: sentimientos de tristeza y desamparo, cambios bruscos de estado de ánimo, irritabilidad y rebeldía, temores diversos, vergüenza y culpa, ansiedad, miedo generalizado, baja autoestima, rechazo del propio cuerpo.
  2. Consecuencias cognitivas: baja en rendimiento escolar, dificultades de atención y concentración, desmotivación por tareas escolares y por actividades en general.
  3. Consecuencias conductuales: conductas agresivas, rechazo a figuras adultas, hostilidad hacia el agresor, temor al agresor, embarazo precoz, consumo de drogas o alcohol, huidas del hogar, conductas auto lesivas o suicidas.

Mediano plazo

  1. Consecuencias emocionales: depresión enmascarada o manifiesta, trastornos ansiosos, del sueño (terrores nocturnos, insomnio) y alimenticios (anorexia, bulimia, obesidad), distorsión del desarrollo sexual, temor a expresión sexual, intentos de suicidio o ideas suicidas.

  2. Consecuencias cognitivas: repeticiones escolares, trastornos del aprendizaje.
  3. Consecuencias conductuales: fugas del Hogar, deserción escolar e inserción en actividades delictuales, ingestión de drogas y alcohol, interés excesivo por juegos sexuales y masturbación compulsiva, embarazo precoz, Enfermedades de Transmisión Sexual.

Largo plazo

  1. Consecuencias emocionales: disfunciones sexuales, baja autoestima y pobre autoconcepto, estigmatización (sentirse diferente a los demás), depresión, trastornos emocionales diversos.
  2. Consecuencias cognitivas: fracaso escolar.
  3. Consecuencias conductuales: prostitución, promiscuidad sexual, alcoholismo, drogadicción, delincuencia, inadaptación social, relaciones familiares conflictivas.

Como puedes ver, hablar de las consecuencias que deja el abuso sexual en menores es hablar de algo que pueden arrastrar toda su vida. Por ello, queremos ayudarte a que la prevención sea la mejor forma de asegurar una vida feliz y libre de agresiones.

Consejos para prevenir el abuso sexual en los pequeños

  • Fortalece la confianza

Es decir, establece una relación cercana con tus hijos para que puedan tener la confianza de acercarse a ti ante cualquier situación que les sea incómoda.

  • Comunicación clara

Sabemos que como mamá o papá, tocar el tema del sexo puede resultar todo un reto, sin embargo, es indispensable que puedan hablar de esto de forma fluida y sin tabúes. Desde pequeños es necesario que les expliques el nombre correcto de sus genitales, vagina, pene, ano… Así, ellos podrán ocuparlas en los momentos en donde su espontaneidad sea cómplice para hablar con sinceridad de lo que les pasa.

Pensemos este ejemplo, si le enseñas a una pequeña que su vagina se llama “flor”, ella podría decirle a su maestro que uno de sus tíos tocó su flor, el maestro podrá no entender la importancia de esta oración. Como verás esto requiere que les expliques cuáles son sus partes íntimas y sus nombres.

  • Que sepan la importancia del respeto

Incúlcales el respeto a sí mismos desde su cuerpo, que sepan que nadie debe tocarlos, menos a escondidas o después de cierta edad en la que ya empiezan a ir al baño solos. Por otro lado, ellos podrán percibir cuando alguien está haciendo algo incorrecto y les está faltando el respeto. Refuerza su criterio para que se sepan con el derecho a poner límites basados en el respeto, incluso si son familiares o personas cercanas.

  • Dales seguridad

Es importante que los pequeños tengan la seguridad para decir “no” a un supuesto agresor, seguridad para que vayan contigo y puedan hablar de algo “raro”, seguridad de que les vas a creer, seguridad para levantar la voz si es necesario…

La seguridad es necesaria para crear hijos autónomos e independientes según sus etapas de vida.  No siempre estarás presente para defenderlos, y, por otro lado, ellos necesitan aprender a tomar decisiones.

  • Cuida su relación con la tecnología

Actualmente, es común que los menores de edad tengan un teléfono celular, con redes sociales. Es importante que supervises la interacción que tienen, con quién contactan y qué es lo que comparten. Recuerda que el mundo cibernético no es seguro, incluso, para los mayores de edad.

El abuso sexual no es un tema que se deba tomar a la ligera.